En una cacerola, poner los calabacines cortados y suficiente agua para cubrirlos. Cocinar hasta reblandecerlos. Retirar y dejar enfriar. Con un cuchillo, podemos cortar los tomates por la mitad, retirando la pulpa del interior del tomate, dejando la concha del tomate. Podemos recortar ligeramente la base del tomate para que se adhiera mejor luego a la superficie.

Con una licuadora, combinar los calabacines cortados, la pulpa de tomate, el queso cottage, las almendras, la sal de ajo y los cebollinos. Mezclar hasta que quede suave. Rellenar los tomates sin pulpa con la mezcla de queso. Puede presentarse así sobre el plato, sobre hojas de lechuga u otras, así como en bolsitas para pasteles de postre. Decorar al gusto con almendras picadas o piñones. Dejar enfriar y servir.

Curiosidad: El licopeno del tomate que puede reducir la incidencia de varias formas de cáncer está más presente cuando se procesa, como en la pasta de tomate de esta receta.